En la última clase hablamos de aquellas construcciones creativas que podían resultar malentendidas por el público, debido a la estructura textual o por connotaciones negativas de estereotipos, tópicos o rutinas. Aunque existen ciertos estereotipos que son positivos, mi visión es que la mayoría no lo son, sino que representan una caricaturización basada en generalidades, y que estas, normalmente vienen del desconocimiento.
Me vino a la cabeza, una noticia que recientemente leí en el Périódico. El 20 de abril de 2011, la empresa Orangina Schweppes, que presentó su nuevo producto V- Energy Drink, tuvo que retirar su campaña del municipio de l’Hospitalet de Llobregat a causa de la malinterpretación de su mensaje.
El eslogan de la campaña decía así: “Treballa com un suec encara que siguis de l’Hospitalet”. Este mensaje fue mal recibido por la población, quienes se indignaron y sintieron ofendidos por esta campaña.
Resultó todo un malentendido, pues los responsables de la empresa afirman que no se ha entendido el mensaje correctamente: ellos querían decir todo lo contrario. Según ellos, el eslogan quería hacer hincapié en la fama de la localidad como trabajadores. A pesar de eso, la población ha entendido que son unos vagos y que están faltos de energía y la alcaldesa no se ha dado por vencida hasta conseguir que la empresa retirase todos los anuncios de las calles de l’Hospitalet.
Mi conclusión es: nosotros tenemos muy buena concepción de los suecos, y nos pensamos que no tienen tan buena imagen de nosotros, así que entendimos mal el mensaje. Los suecos no trabajan, al contrario que la gente de l’Hospitalet. Así que, por lo visto tendemos a pensar mal cuando pensamos en estereotipos. Idealizamos algunos, y menospreciamos otros. Aunque, reflexionando un poco, me he dado cuenta que es inevitable estereotipar.
Marta Ribas
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