La semana pasada, en clase de redacción, nos centramos en la televisión como medio publicitario. Vimos cuáles eran sus características esenciales, qué formatos y géneros existían y qué requisitos debía cumplir un espot efectivo. Pero lo que realmente me interesa como estudiante de publicidad es qué tendencias están adoptando los profesionales del sector para anunciar las marcas y productos de sus clientes.
Debo reconocer que no soy una fanática de los cortes publicitarios, por lo que no los busco a conciencia, aunque sí debo reconocer que me gusta mirarlos de vez en cuando y encontrar puntos fuertes y puntos débiles, buscar qué es lo que me hace recordarlos. Sin ir más lejos, en estos últimos meses ha habido ciertos anuncios que realmente me han gustado y creo haber encontrado el motivo: el humor. Si hay algo que me aburra tremendamente es escuchar una voz en off que me explique características objetivas y funcionales de un producto (soy consciente que muchos productos lo necesitan, como los de limpieza o higiene personal) o simplemente que se haga humor sin mucho éxito como es el caso de los castings de Línea Directa. Es subjetivo.
Los anuncios que os he comentado son de Volkswagen, Mixta, McDonalds, Aquarius y Amstel. Estoy segura de que los habréis visto, y aunque no os hayan gustado por lo menos podréis recordarlos.
Volkswagen
Aquarius
McDonalds
Amstel
En los cinco casos encontramos una mezcla de los mismos caminos creativos: trozos de vida, música y humor. En primer lugar, los trozos de vida obviamente están teatralizados y exagerados, incluso hay casos en los que se muestran distintas escenas de gente diferente en muy poco tiempo, pero los clasificamos en un mismo grupo ya que en todos los anuncios se muestran situaciones reales. En segundo lugar, utilizan el recurso musical ya que ayuda a dar ritmo a las imágenes y a ser un espot memorable y fácil de recordar. Aquí no estamos hablando de jingles sino de una música extradiegética y que, por tanto, los personajes no escuchan. Y por último, el humor. Utilizan situaciones que podrían ser reales y las exageran, incluso las generalizan como en el caso de Amstel o Aquarius.
Es evidente que nos encontramos delante de cinco marcas totalmente distintas basadas en conceptos que nada tienen que ver entre ellos, pero lo que está claro es que cada vez más coinciden en géneros o caminos creativos, de modo que es posible aventurarse a decir que tal vez ésta sea la tendencia actual.
Raquel Sancho
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